viernes, 18 de mayo de 2007

Casa das Cerejas

Pues mira que rebuscando por mi super 'organizado' disco duro, me he encontrado con información de la casa rural Casa das Cerejas(Casa de las cerezas para los de mi pueblo), en la cual estuvimos
hace ya casi 3 añitos. Tal y como se explica en su sitio web, se encuentra ubicada en el concejo de Paredes de Coura en el norte de Portugal, muy cerquita de la frontera pontevedresa con España, en una zona muy tranquila e ideal para relajarse unos dias.

¿De las habitaciones? Nosotros estuvimos en la denominada Suite Da Pedra, llamada así, por la gran roca que se encuentra dentro de la propia habitación y que le da si cabe un carácter más rural a la misma. Muy cuidada y espaciosa nos permitió a los 3 que íbamos acomodarnos ampiamente y por supuesto, ahorrarnos unos eurillos.
Lo mejor, además del trato de los anfitriones, los pequenos-almoços, vamos, los desayunos, con bollería y pastelería casera incluida (ya quisiera yo unas manos pasteleras así) con los que nuestros anfitriones nos deleitaban todas las mañanas.

De los alrededores, la zona en la que se ubica la casa es un entorno natural con posibilidad de hacer varias rutas senderistas de las que uno puede informarse en la propia casa, eso sí, sin perder de vista la zona fronteriza con España, con el rio Miño -o Minho- de por medio y con localidades como Valença do Minho y Tui con fortalezas que vigilaban las fronteras en los enfrentamientos entre españoles y portugueses.

También, en la zona española, se encuentran la localidadades como las de A Guarda y Bayona. La primera, con su monte Santa Tecla con vestigios civilizaciones antiguas datadas del siglo II además de unas vistas impresionantes de la desembocadura del Minho; la segunda, con su parador nacional así como su historia, ya que fue ésta la plaza a la que llegó Cristobal Colón tras su primer viaje a las Américas (¿o las Indias?).

Claro que hay mucho más que ver a ambos lados de la frontera, pero también hay que darle gusto al cuerpo relajándose en esta Casa de las Cerezas, ¿no?

Bueno, para quién vaya, que la disfrute, yo me llevé muy buen recuerdo. Lástima que ahora mismo no dispongo de una foto del lugar, pero os dejo esta de la vista que se aprecia desde el monte de Santa Tecla.

Vista desde Santa Tecla (A Guarda)

lunes, 7 de mayo de 2007

El Pinsapar de Grazalema

Este fin de semana hemos dado un paseo por el Pinsapar de la Sierra de Grazalema, en Cádiz. Ya sabéis que el pinsapo -Abies pinsapo Boiss-es una variedad de abeto que puede llegar hasta los 500 años de edad, y que, según nuestro guía, sólo se mantienen en esta Sierra, en la de las Nieves en Málaga y en pocos sitios más en toda Europa, así que a cuidarlos con mucho mimo.

Pinsapo

Para acceder al sendero que transcurre por el bosque de Pinsapos nos debemos dirigir a la carretera que conecta Grazalema con Zahara de la Sierra, en dirección al Puerto de las Palomas. Viniendo desde El Bosque, por el Puerto del Boyar y poco antes de llegar a Grazalema, se encuentra el cruce que indica el camino hacia Zahara de la Sierra - estupendo ejemplo de los pueblos de la serranía gaditana - y al poco de coger esta dirección, en la izquierda aparece un aparcamiento con una caseta perteneciente a los forestales y punto de comienzo de la ruta. Decir que esta ruta requiere de permisos que se pueden solicitar, que yo sepa, en el Centro de Visitantes situado en la localidad de El Bosque.

Bosque de Pinsapos

La ruta comienza con aproximadamente 1'5 km de subida, lo más duro del camino, pero también es interesante porque va ofreciendo panorámicas de Grazalema y de su Sierra. Una vez arriba ya se puede divisar el Pinsapar, reposando sobre las faldas de la sierra del Pinar, coronada por el pico Torreón, el catalogado como más alto de la provincia, con 1648 metros de altura. A continuación el sendero transcurre pegado a una de las paredes de la sierra, bordeándola y llegando a ese maravilloso obra de la naturaleza que es el Pinsapar, siendo acompañados a gran altura siempre por cantidad de buitres leonados, muy presentes en esta Sierra. El bosque de Pinsapos se sitúa en la parte màs fresca de la sierra y esto unido a la sombra que aportan hacen que inevitablemente tuviéramos que hacer uso en más de una ocasión de nuestras chaquetas y sudaderas a pesar del estupendo día que hacía.

Saliendo del bosque de Pinsapos, llegamos a una zona más abierta en la que hay estupendas panorámicas de la Sierra del Pinar además de ser un lugar idóneo para tomar un pequeño tentempié, tras el cuál emprendimos la bajada hacia el pueblo de Benamahoma, final de nuestra ruta. Decir que esta parte fue la más pesada ya que consta de varios kilómetros de pista forestal, nada comparables al sendero anterior.

En fin que acabé con agujetas hasta en los ojos -no siento lah piehnna-, la falta de costumbre, ya se sabe, pero invito a todos a darse una vuelta por esta ruta y si al final de ella se toman una truchita del Majaceite en Benamahoma o en El Bosque, pues mejor que mejor.