jueves, 7 de febrero de 2008

La Comarca, pero de la Vera

No, no estuvimos con los hobbits ni con nada que se le parezca. En el puente de Octubre nuestros pasos nos han conducido a la conocida como Comarca de la Vera, en las faldas de la preciosa Sierra de Gredos. Nuestro hogar fue durante unos dias la casa llamada Alma de Gredos, en el término municipal de Madrigal de la Vera, una casa gestionada por una pareja estupenda y ubicada un paraje dificil de igualar.

Amanecer desde la casa rural Alma de Gredos

Esta comarca es conocida por todos por su famoso 'Pimentón de la Vera' y por supuesto por contar con el lugar que escogió el emperador Carlos V para su retiro final, el Monasterio de Yuste, en la localidad de Cuacos de Yuste. Parece ser que al buen hombre le picó un mosquito con paludismo o vete a saber qué, que consiguió acabar con su vida en este mismo lugar. Interesante las curiosidades que cuentan los guías del monasterio como la fidelidad de Carlos a su esposa, Isabel de Portugal (Isabel de Avis y Trastámara). Después de morir ésta, Carlos no volvió a contraer matrimonio, incluso como anécdota, las cortinillas que tienen todos los cuadros en los que aparece Doña Isabel, para taparlos cuando había visita.

Además de la mencionada Sierra de Gredos, se cuenta desde Madrigal hasta Plasencia con al menos 46 gargantas que conforman en muchos casos piscinas naturales que los lugareños aprovechan en las épocas de calor. Muchas de estas gargantas son senderables y a medida que te introduces hacia la sierra - siempre con mucho cuidado - van ganando en espectacularidad.

Muchos pueblos interesantes como Cuacos, Jarandilla de la Vera con su impresionante parador nacional, antigua residencia de los Oropesa y que tuvo como ilustre huésped a Carlos V; Losar de la Vera, con las calles decoradas con setos que emulan distintas figuras; Guijo, para degustar los encantos culinarios de la zona y otras muchas más localidades como Candeleda y Arenas de San Pedro, ya camino de Ávila y dirección al puerto del Pico. No quiero dejar de mencionar también lugares tan interesantes como el Santuario de la Virgen de Chilla, cerca de Candeleda y el castro El Raso, restos de un antiguo asentamiento celtíbero.

Parador de Jarandilla

En tres dias no da mucho tiempo para ver gran cosa, pero hemos visto lo suficiente para saber que vamos a volver a disfrutar de esta tierra, de su gente y cómo no, de su arte gastronómico.

No me quiero dejar en el tintero nuestro paso por las ciudades monumentales de Trujillo - cuyo casco histórico nos remonta a los tiempos de los descubridores y conquistadores, como Pizarro, omnipresente en todo el conjunto monumental - y Cáceres, con su impresionante muralla que igualmente nos traslada a los tiempos de la España Imperial.

Conjunto monumental de Trujillo

¡Hasta pronto!