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Vámonos este año, que todavía podemos...". Pues sí, tal y como está la cosa no se sabe que ocurrirá el año que viene así que decidimos tirar pa'l norte. Y subimos y subimos ... hasta Iturmendi, en Navarra, muy próximos a la frontera con el País Vasco. El pueblo, muy bonico, con gente amable y atenta y por supuesto y como nos gusta, al pie de una imponente sierra, la de Urbasa. Estuvimos alojados en la casa rural Elordi, muy acogedora y bien preparada y sitio ideal como base de operaciones para visitar tanto Navarra -en su centro y norte sobre todo- como el País Vasco con las capitales de provincia -Vitoria, Bilbao, San Sebastián y Pamplona- a un tiro de piedra.
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Guggenheim |
Han sido visitas breves a las capitales, empezando por Bilbao, en el paseo junto al
rio Nervión y el
Guggenheim como telón de fondo. Muy concurrido y en vísperas de fiestas, un ambiente de lo más interesante; en
San Sebastián, por supuesto, el inevitable paseo por la
playa de la Concha, por su centro histórico y la subida en funicular a
Monte Igueldo, para disfrutar de las vistas más espectaculares de Donosti y por qué no, de los atracciones para los más peques (yo disfruté en el tren de los gnomos, jejeje). Ameno también fue el paseo por Pamplona en su parte histórica, el Ayuntamiento,
la Catedral, la muralla de la ciudad y la calle
Estafeta, archiconocida por los encierros de la fiestas de San Fermín. Ahí fue dónde tuvimos la oportunidad de saborear los no menos conocidos pintxos en algunos bares de la zona (especialmente un delicioso hojaldre relleno crema de espinacas).
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San Sebastián, desde el monte Igueldo |
Una de las visitas que más me han impresionado ha sido el paseo al monasterio de
San Juan de Gaztelugatxe, situado en una roca en el mar, muy cercano a la localidad pesquera de
Bermeo y al
cabo de Machichaco, con unas vistas bellísimas de la costa. El paseo tiene su miga, porque primero hay que hacer un descenso (por carretera o por senda) hasta el pie del Monasterio, o lo que es lo mismo, hasta la orilla del mar, para luego comenzar una interesante subida por unas escaleras que en zigzag llegan hasta el Monasterio y su refugio. Varias cosas curiosas: te dejan tocar la campana del monasterio y segundo, el wc público no tiene desperdicio. En serio, como véis en las fotos el lugar es espectacular y digno de ser visitado. De vuelta, los 2 pinchos de tortillas que nos tragamos en uno de los bares junto a la entrada del camino nos parecieron los más ricos del mundo después del camino cuesta arriba.
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Gaztelugatxe desde la carretera |
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Costa desde San Juan de Gaztelugatxe |
En Navarra decidimos dedicar un dia a visitar los castillos y monasterios de más renombre y así llegamos a visitar el
castillo de Olite, remodelado por completo, el de
Javier y el
Monasterio de Leyre. También como visitas espectaculares, la excursión a la
selva de Irati, en el que se encuentra uno de los bosques de hayedo más grandes de Europa, las visitas a las cuevas de
Zagarramundi -
conocida por historias de brujas y akelarres- y la de
Mendukilo, ésta última guiada y con un
dragón en lo más profundo de sus entrañas. Decir que gracias a la iniciativa
"Navarra te recibe gratis" del gobierno navarro, y al que se pueden acogerlos alojamientos rurales, las entradas a los sitios de pago recibían descuentos y en muchos de los casos hacían que la entrada fuera sin coste alguno para el turista.
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Olite y su castillo |
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Cueva de Zugarramundi |
No os voy dejar sin mencionar los espectaculares paisajes de la
Sierra de Aralar, Andía y Urbasa, que recorrimos por uno y otro lado, con bosques espectaculares, de un profundo verde y con sitios con impresionantes vistas como el
Monasterio San Miguel de Aralar (pedazo de bocadillo que te puedes comer en el local/refugio sitado junto al monasterio). Por último y para no dejármelo en el tintero, la carretera -la GI3440 para más señas- que próxima a San Sebastián, coge por la costa en dirección a la localidad de
Hondarribia tiene vistas espectaculares de esta localidad y de toda la desembocadura del Bidasoa, frontera natural con Francia, desde el monte
Jaizkibel.
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Hondarribia |
Cómo véis, cantidad de cosas que ver y disfrutar y no, no os penséis que se me olvida lo más importante... pues claro que me traje unos pocos de quesos de la zona,
denominación Idiazábal, y no véis como están. También los del
valle de Roncal son conocidos por la zona, pero esos los dejé para la próxima vez que vaya.
¡Agur!