En eso se ha convertido la televisión. No puedo recordar cuánto tiempo hace que no consigo ver una película completa en la tele, y da igual la cadena, si obviamos algún que otro 'cine sin cortes'. Es deplorable que para series cuya duración son cuarenta minutos escasos tengas que tirarte más de una hora delante de la tele con las frasecitas de 'volvemos en 5 anuncios' o 'volvemos en 5 minutos' o 'vete a fregar y tender la ropa que te da tiempo de sobra' y no sé cuantas paparruchadas más. Entiendo que las cadenas tengan que buscar beneficio pero poner casi 10 minutos de anuncios por poco más de 15 de programa es capaz de hacerme hervir la sangre, y ya, cuando el corte es a 2 minutos del final de programa para que te tragues los 'consejos' publicitarios, pues ni consejos ni 2 minutos. Tele apagada.
Y de los canales de la TDT, la tele del futuro, mejor no hablamos, ¿no?
Afortunadamente esto hace que cada vez vea muchíiiisima menos tele y me dedique a cosas más interesantes, como leer - sin publicidad- y echarle más cuenta a las cosas que de verdad sirven para algo.
Hala, ya me he desahogado.
Un saludo a todos.
miércoles, 30 de enero de 2008
jueves, 17 de enero de 2008
Teruel, ¡claro que existe!
Pudimos hacer una nueva escapada allá por Diciembre de este año pasado a una zona ubicada entre las provincias de Cuenca, Teruel, Valencia y Albacete. En concreto decidimos pasar unos dias en una casita llamada El Rincón de Tejeda, situado en el pueblo de Garaballa, todo un remanso de paz para pasar unos dias completamente desconectados. La casa, con muchos detalles y con unas señoras una jartá de agradables que nos hicieron esos dias un poco más fáciles.
Por la zona, muchas cosas interesantes que ver y más que nos dejamos en el tintero para la próxima vez que volvamos. Sí que conocimos Teruel, una ciudad pequeñita, pero histórica y monumental -por supuesto que nos hicimos la foto con los Amantes- y muy bien decorada en las Navidades. Decir que de Garaballa a Teruel la carretera más derecha es la N-330 , bordeando contiuamente el Turia -el de Valencia- y que aunque se puede hacer un poco largo según el tráfico, es al menos bastante pintoresco y merece la pena recorrerlo.
Más a la izquierda de Teruel, visitamos la Sierra de Albarracín, con el pueblo del mismo nombre como visita inexcusable. El pueblo se encuentra asentado en un peñasco y con unas impresionantes murallas que les dan aspecto de inexpugnable. Recorrer sus calles te remonta a épocas pasadas y te puedes imaginar luchas a capa y espada por sus calles. Lo más triste, y no es la primera vez que nos pasa, la oficina de turismo cerrada.
También conocimos el Castillo de Moya, en remodelación si no recuerdo mal, por parte de una escuela taller, por supuesto también asentado sobre una imponente loma que le permite vigilar toda la zona de los alrededores.
Por último, destacar la Villa de Cañete
con un interesante conjunto monumental y el paraje natural del El Postigo, acondicionado para el turismo, aunque andaba un poco en obras en estos dias.
De comer, pues esta vez no hemos tenido demasiada suerte con los sitios en los que hemos entrado. No digo que estuvieran mal, pero no realmente lo que uno andaba buscando.
En fin, que como con todo lo que pongo aquí, muchas cosas interesantes que ver y de las que disfrutar.
Hasta otra!
Por la zona, muchas cosas interesantes que ver y más que nos dejamos en el tintero para la próxima vez que volvamos. Sí que conocimos Teruel, una ciudad pequeñita, pero histórica y monumental -por supuesto que nos hicimos la foto con los Amantes- y muy bien decorada en las Navidades. Decir que de Garaballa a Teruel la carretera más derecha es la N-330 , bordeando contiuamente el Turia -el de Valencia- y que aunque se puede hacer un poco largo según el tráfico, es al menos bastante pintoresco y merece la pena recorrerlo.
Más a la izquierda de Teruel, visitamos la Sierra de Albarracín, con el pueblo del mismo nombre como visita inexcusable. El pueblo se encuentra asentado en un peñasco y con unas impresionantes murallas que les dan aspecto de inexpugnable. Recorrer sus calles te remonta a épocas pasadas y te puedes imaginar luchas a capa y espada por sus calles. Lo más triste, y no es la primera vez que nos pasa, la oficina de turismo cerrada.
También conocimos el Castillo de Moya, en remodelación si no recuerdo mal, por parte de una escuela taller, por supuesto también asentado sobre una imponente loma que le permite vigilar toda la zona de los alrededores.
Por último, destacar la Villa de Cañete
con un interesante conjunto monumental y el paraje natural del El Postigo, acondicionado para el turismo, aunque andaba un poco en obras en estos dias.
De comer, pues esta vez no hemos tenido demasiada suerte con los sitios en los que hemos entrado. No digo que estuvieran mal, pero no realmente lo que uno andaba buscando.
En fin, que como con todo lo que pongo aquí, muchas cosas interesantes que ver y de las que disfrutar.
Hasta otra!
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