viernes, 29 de enero de 2016

Galicia por un tubo

Sí, otra vez al Norte…¿y qué pasa? Cada uno tiene sus propias debilidades y las mías están claras. Este año a Galicia calidade- pero esto vez intentando conocer un poco el interior de esta maravillosa Comunidad.

Sin más rodeos, 4 noches en la provincia de Ourense, 4 en la de Lugo y 4 en la de Pontevedra, por esto de conocer un poco de todo. Comenzamos en Ourense, alojados en la pequeña aldea de Pazos, perteneciente a Cea y a unos 25 de km. de Ourense. La casa, Alojamiento Pazos, bonita y con un precio muy asequible y habitualmente usada por gente que hace el Camino de Santiago, omnipresente en todo nuestro periplo por tierras gallegas. Como lugares muy interesantes de conocer, el Monasterio Cisterciense de Oseira (www.mosteirodeoseira.org), antigua Hospedería Real con una gran carga histórica a sus espaldas y con elementos arquitectónicos excepcionales como las columnas “torsionadas y estriadas” de su Sala Capitular ; siguiendo con monasterios, en esta zona impresionantes, y en plena Ribeira Sacra, tenemos el de Santo Estevo, convertido  en la actualidad en un Parador de Turismo, con lo que nos vimos obligados a tomarnos el preceptivo cafelito, toda una tradición para nosotros. 

Monasterio de Oseira

Y hablando de Ribeira Sacra zona en la que se chocan el Sil y el Miño, tenemos zonas con espectaculares cañones que no perdimos la oportunidad de conocer a través de los paseos en barco que se ofrecen por varias empresas de turismo que de forma guiada te muestran los encantos del lugar. 

Ese paseito por los cañones del Sil

Por supuesto que no faltó la oportunidad de comprar un vinito de  D.O. Ribeira Sacra en una de las múltiples bodegas que existen por la zona (muy agradecido al trato recibido a la bodega A Vella). Por último, ni qué decir tiene que las gentes del lugar se lo montan muy bien a pesar de no tener playa, como pudimos comprobar en la playa de A Cova o en la población de Allaríz, con una zona espectacular de baño, centro histórico precioso  y ¡sorpresa!, cantidad de tiendas outlet de grandes firmas de moda.

Salto de provincia, que nos vamos para Lugo, no sin antes parar a ver un ratito Ourense, marearnos en el Puente del Milenio, quemarnos con sus aguas termales y comer, qué digo comer, reventar es más acertado, en el O Agasallo del centro comercial pegado al río.

Conseguimos a duras penas atravesar Lugo –la madre que parió al gps- y conseguimos llegar a Luna de Vilar, en la aldea de Vilarpescozo, a unos 50 minutos de la capital. Si quieres relajación, majete, este es tu sitio. Un apartamento precioso y sobre todo, la hospitalidad y buen saber hacer de sus gestores (gracias Pilar, gracias Berta) que en 10 minutos te organizan las vacaciones.  Asesorados por nuestros anfitriones hicimos visitas a las maravillosas cascadas de Vilagocende y de Queixoiro, comimos en el restaurante Catro Ventos –chuletón de buey por la gloria de mi madre- y recorrimos los pueblos de Santa Eulalia de Oscos y Taramundi. A unos 4 km de  éste último, impresionante la visita –cortita pero muy educativa – al conjunto etnográfico de Os Teixois, con una serie de ingenios hidráulicos muy bien conservados y que a mi peque, por lo menos, lo dejó boquiabierto. Completamos la visita a esta provincia yendo, como no, a la famosa playa de As Catedrais –yo paré de contar en el turista mil millones- impresionante aunque masificada y a otros lugares como la playa de Frejulfe –esto en Asturias- el faro la illa de Pancha y la ciudad de Ribadeo.
Os Teixois

Y  vámonos que nos vamos para Sanxenxo, vía Santiago de Compostela, multita de 100€ incluida, con su Catedral llena de andamios y con una mojá de escándalo que cogimos. Eso sí, nos pusimos de pulpo hasta las cejas (¿cómo lo harán? Qué rico…). Llegamos a apartamentos Aqualecer, muy próximo al pueblo costero de Portonovo  y con excelentes vistas a la Isla de Ons –cuando las nubes y la niebla lo permitían- acondicionado para el disfrute de los peques (columpios, piscina, etc.). Poco tiempo para ver cosas, pero empezamos por la visita a la cascada del Río Toxa (Fervenza da Toxa), impresionante caída de agua cerca de la población de Silleda (por favor, gentes, poned bien los carteles, que es una odisea llegar). También tuvimos la oportunidad de hacer una visita a la Isla de Ons (por cierto, saludos al mamarracho que cambió el sentido del poste de la ruta de senderismo), dar una vueltecita por la Illa de Arousa o tomar, como no, otro cafelito en el Parador Nacional de Cambados. A todo esto, no dejéis Cambados sin  adquirir un Albariño de categoría.

Fervenza da Toxa

Bueno, esto es tototototodo amigos.  Sí, ha sido una descripción un poco dispersa,  pero si lo cuento todo al final no váis a Galicia. Así que, preparad los bultos y hala, todos para allá, que el trato es espléndido, la comida excepcional y la diversidad, brutal. Os dejo con el pulpo.

Pa' matarse


Nos vemos.